Pieles y semillas. Subproducto del pelado de los tomates de industria, separados industrialmente con vapor. Para separar las pieles y semillas del tomate, se hace pasar la mezcla por una pasadora que presenta un diámetro de 1,2 mm y por una refinadora de 0,6 mm de diámetro. Se caracterizan por presentar un valor de pH muy bajo, por debajo de 5, y una humedad del 70-80%. Son ricas en fibra y licopeno, por lo que actualmente se aprovecha, principalmente, para alimentación animal.

Lodo depuradora. Fango producido en la depuración de las aguas empleadas para la limpieza y procesado del tomate. Los lodos de depuración se generan como resultado de las distintas etapas de depuración de las aguas residuales generadas durante el proceso productivo, principalmente en las etapas de decantación primaria y decantación secundaria. Se trata del resultado de la mezcla de agua y una parte sólida. Su composición es variable y depende de la carga de contaminación inicial del agua y de los tratamientos a los que se somete para su depuración. En su composición se encuentran gran cantidad de materias suspendidas o disueltas. Algunas de ellas con valor agronómico, aunque pueden encontrarse otras con gran potencial contaminante.